Principalmente, por la comodidad. Aunque en realidad, un sujetador puede ofrecerte la sujeción que necesitas sin estar reñido con la comodidad. Un sujetador con aros puede resultar igual de cómodo que un sujetador sin aros si has elegido el modelo que mejor se adapta a tu tipo de pecho.
De ahí que la elección final sea una cuestión de gustos personales. Indudablemente, un aro no deja de ser un material semi-rígido que puede causar cierta molestia, sobre todo para algunas mujeres especialmente sensibles o durante el desarrollo de alguna actividad.
La recomendación médica para las mujeres que se han sometido a una intervención quirúrgica, como puede ser una operación de cáncer de pecho, es utilizar sujetadores sin aros para evitar fricciones y molestias durante el post-operatorio.
La suavidad y la comodidad de los modelos de sujetador sin aros evitan molestias y permiten una recuperación más confortable.
Además, la forma y el tamaño del pecho también influyen a la hora de decidirse por un sujetador sin aros.